El 19 de octubre de 2024, Teresa y Luis se dieron el “sí, quiero” en una celebración llena de emoción y detalles cuidados al milímetro. Una boda otoñal con alma clásica y una energía especial, como ellos.

La ceremonia tuvo lugar en la majestuosa Parroquia de Santa Teresa y San José, una iglesia imponente en pleno centro de Madrid. La música en directo, interpretada por un delicado cuarteto de cuerda, acompañó cada momento, llenando el espacio de emoción y solemnidad. Fue una ceremonia preciosa, donde se respiraba el cariño de todos los que les rodeaban.

Tras la misa, los invitados se desplazaron a la espectacular La Quinta del Jarama, donde les esperaba un cóctel al aire libre, un salón cálido y elegante y una pista de baile que terminaría por convertirse en el epicentro de la noche.

Teresa deslumbró con un vestido de Castellar Granados, una creación atemporal con un movimiento y una silueta perfecta. Completó su look con zapatos de Flor de Asoka y un maquillaje y peinado impecables de Irene García, que supo realzar su belleza natural con un acabado elegante y sofisticado.

Luis, por su parte, apostó por un chaqué de The Sartorial Gallery, perfectamente entallado y fiel a su estilo personal. Una elección clásica con ese punto contemporáneo que lo hacía perfecto para la ocasión.

Las flores fueron obra de Botánica 24, que supo transformar tanto la iglesia como la finca con composiciones delicadas, tonos blancos, verdes y claveles que daban frescura y armonía a todos los espacios.

Uno de los rincones más especiales fue el seating plan, diseñado con botellas de cristal y flores en tonos naturales, colocadas sobre cajas de madera. Una propuesta original, bonita y perfectamente integrada con el entorno de la finca. La papelería e invitaciones fueron realizadas por Kuramae, en una línea sobria y elegante, en total sintonía con el estilo de la boda.

El día quedó inmortalizado por la mirada de Bea Goiri Basaldúa, que capturó con sensibilidad y naturalidad cada instante. El vídeo, realizado por Viridiana Films, reflejará para siempre la esencia de lo vivido.

La música también fue protagonista: antes del DJ, la banda Earnest Band animó el ambiente con música en directo. Y cuando llegó la noche, Tommy Shark tomó los mandos de la fiesta y llenó la pista de baile hasta el final.