Aida y Pablo se conocen de toda la vida. Ambos son de Salamanca, pero fue hace unos años cuando el destino los unió de verdad… Desde entonces no se han separado y el pasado 4 de mayo sellaron su historia de amor para siempre.

Eligieron la Catedral Vieja de Salamanca como lugar para darse el “sí, quiero”. Un enclave cargado de historia, belleza y simbolismo, que convirtió la ceremonia en un momento tan solemne como emocionante. Casarse en una catedral como esta es hacerlo en un escenario único, donde la arquitectura, la luz y la acústica elevan cada palabra y cada emoción.

Aida estaba espectacular con su vestido de Sedka Novias. Llevaba una trenza adornada con un delicado tocado de @locs_tocados y maquillaje y peinado a cargo del equipo de Noelia Yañez, que supo resaltar sus razgos.

Tras la ceremonia, un coche clásico los llevó hasta el restaurante Don Fadrique, donde celebraron junto a sus seres queridos en un entorno lleno de encanto, gastronomía y vistas espectaculares.

Las fotos de Alma Fotografía capturaron cada detalle con una sensibilidad preciosa. Desde la emoción contenida hasta las risas espontáneas.

Una boda auténtica, luminosa y profundamente emotiva.
Aida y Pablo no solo celebraron su amor, sino también sus raíces, su historia… y el comienzo de todo lo que les espera.